domingo, 31 de enero de 2010

Hegemonía comunicacional sigue su curso arrollador

Hegemonía comunicacional sigue su curso arrollador


domingo, 31 de enero de 2010

César Noriega Ramos
Fotos Pablo Ruiz


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Del resultado de las elecciones legislativas dependerá si sigue o se detiene la línea de coartar la libertad de expresión, indicó Bisbal
A pocos días desde que el Gobierno ordenara a las compañías de televisión por suscripción suspender la señal de RCTV Internacional, el concepto hegemonía comunicacional se convierte en una realidad arrolladora, que algunos no dudan en vincular al cierre masivo de emisoras de radio el año pasado, los constantes ataques a los que son objeto periodistas o al asedio permanente al canal informativoGlobovisión.

Cinco años han pasado desde que Andrés Izarra, para entonces ministro de Comunicación e Información, se le escapara lo que los hechos ya venían confirmando y es el deseo manifiesto de que el Socialismo del Siglo XXI reclama para su permanencia la hegemonía comunicacional.

Para el investigador Marcelino Bisbal, el Ejecutivo no ha desistido en sus esfuerzos para llegar a una posición de dominio en el ámbito de los medios de comunicación. Pero a su parecer esta política ha chocado con un gran escollo: el poco interés que despierta en la audiencia venezolana los contenidos de los medios estatales.

“Los datos que nosotros manejamos de empresas que se dedican a medir audiencias y los datos de impactos que hemos hecho, nos indican que la audiencia es muy baja. En este momento el rating de Venezolana de Televisión no supera el 5%. El rating de TVes, que ocupó la concesión de RCTV y que el propio Presidente se ha quejado, no llega al 2,5%. Vive TV no supera el 2%. Las mediciones de lectoría de periódicos comunitarios, nos dicen que el 75% de la población no lee nunca un periódico comunitario”.

El tema del empleo de los medios para la ofensiva política no es nuevo para Bisbal, prolijo autor de investigaciones algunas de ellas merecedoras del Premio Nacional de Periodismo, entre sus obras surge el tema de la Hegemonía y Control Comunicacional, título de uno de sus libros. Actualmente dirige el postgrado de Comunicación Social de la Universidad Católica Andrés Bello.

Servicio público inexistente
El ex director de la escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela indica que a pesar de los bajos niveles de audiencia le preocupa los fines a los que se presta la plataforma multimedios que posee el Gobierno nacional.

“Entonces alguien podría preguntarse cuál es el problema de que el Gobierno se llene de medios de comunicación social, que no tienen impacto y por ello no llega absolutamente a nadie. Pero yo sí creo que es un problema porque estos medios no son de servicio público, ni responden a los intereses de gran parte de la sociedad venezolana y sabemos que son medios a partir de los cuales se está haciendo propaganda, se está ideologizando”.

Según el registro del académico, el emporio comunicacional del Estado incluye hasta el momento: dos circuitos de radio de alcance nacional; seis canales de televisión, entre los que se encuentra una señal internacional (Telesur); en la prensa no ha tenido grandes logros, comenta Bisbal, apenas cuenta desde hace poco tiempo con un diario de alcance nacional Correo del Orinoco; oficinas de prensa y corresponsales en todo el territorio nacional y en algunas capitales extranjeras.

El investigador agrega que el Gobierno ha incursionado contundentemente en el ámbito de las nuevas tecnologías de la comunicación. En la lista de avanzados instrumentos incluye el Satélite Simón Bolívar, la adquisición de la principal empresa de telecomunicaciones del país la Cantv y alrededor de 200 páginas web. El balance lo completa los medios comunitarios, que Bisbal los cataloga de “paraestatales”.

- ¿Si el Gobierno ha hecho importantes inversiones para potenciar un sistema de medios públicos, por qué el presidente Chávez se queja de la supuesta debilidad de su política comunicacional?

- Porque él (Chávez) sabe que el Aló, Presidente tiene un rating que no llega al 2% y cada vez que hay cadenas presidenciales la gente cambia de canal. Se tiene que quejar, yo entiendo que se queje porque no está surtiendo el efecto que desearía. Creo que va a seguir siendo una crítica constante, porque hay un sector importante de los profesionales de la comunicación y un sector de los medios de comunicación, que realmente no están de acuerdo con este proceso político, son muy críticos. El Gobierno siente que no ha logrado penetrar todos los estratos de la población venezolana. En aquellos estratos de la población venezolana, donde el Presidente era popular y tenía una mayoría evidente, poco a poco esa mayoría la va perdiendo. El Presidente le echa la culpa a la política comunicacional, pero el problema no es ése. El problema es realmente de efectividad, de gestión administrativa, de capacidad gerencial, de sentido común y de inteligencia.

Estado comunicacional se impone
Bisbal añade que el Gobierno no solamente ha aumentado la cantidad de medios a su disposición o modernizado los que ya poseía, sino que la hegemonía comunicacional también ha implicado acallar a medios de comunicación con líneas independientes.

“Poco a poco el Gobierno nacional ha ido copando el espectro de medios de comunicación social de la sociedad venezolana”.

El cada vez más poderoso monopolio comunicacional del Estado acorrala a los medios de comunicación que todavía mantienen una posición independiente y crítica al Gobierno nacional. Bisbal indica que esto se refleja en la cada vez más extendida autocensura entre los profesionales de la comunicación que ejercen en medios privados. “Un conjunto de radioemisoras y televisoras se han autocensurado, ante el retiro de las concesiones a estaciones de radio y televisoras el año pasado. Todo ello trae consigo la autocensura entre los periodistas”.

Agregó que los mecanismos de autocensura han logrado que el Gobierno neutralice a medios televisivos privados sin llegar al xtremo de cerrarlos. “También trae consigo la intimidación, hoy sabemos de algunos canales televisivos que tratan de jugar al equilibrio informativo, de no ser críticos frente a este proceso político, no meterse en problemas con informaciones que le generen incomodidades con el Gobierno”.

Rechazo a la ideologización
Un impedimento hunde las aspiraciones de la hegemonía comunicacional del Gobierno nacional, indicó Bisbal que es el rechazo hacia los mensajes que transmiten los medios públicos por parte de un grupo importante de la población venezolana. Ejemplificó con el caso de “Telesur es una experiencia interesante, que tiene una estética acorde a los tiempos actuales, pero su intento de ser un canal latinoamericano se cae, porque es un canal profundamente ideologizado y que responde a una única línea de pensamiento, que la impone el Presidente de la República”.

- ¿Puede afirmarse que en Venezuela no existe libertad de expresión cuando todavía permanecen funcionando medios de comunicación con una línea editorial crítica e independiente al Gobierno central?

- El Gobierno como de costumbre no nos dice toda la verdad, es evidente que aquí no hay medios cerrados de manera tajante. Se argumenta que se han revocado las concesiones apegándose a las leyes. Yo todavía puedo criticar en este periódico o ir a Globovisión a decir lo que pienso. Pero resulta que la libertad de expresión es mucho más amplia que el simple hecho de reprimir periodistas o censurar las informaciones en los medios de comunicación. Hay mecanismos mucho más sutiles a través de todo un instrumental jurídico que ha ido configurando el Ejecutivo nacional y que genera mecanismos de autocensura y esas son maneras de ir coartando la libertad de expresión. O también mecanismos que utiliza el Gobierno mediante las sanciones tributarias, allí está el Seniat para reprimir. Son mecanismos que violentan la libertad de expresión, libertad de información y el derecho a la información.

Bisbal prefiere diferenciar lo que está haciendo el Gobierno en el ámbito mediático del concepto de hegemonía comunicacional. Para el investigador la “presencia del Estado comunicacional” explica mejor la situación actual. La diferenciación busca restituir el significado original del planteamiento de hegemonía, propuesto por el pensador italiano Antonio Gramsci. Aclaró Bisbal que la visión de hegemonía de Gramsci no es la que tiene el Ejecutivo nacional.

“Ellos voltean la idea, para Gramsci el concepto de hegemonía implica que el Estado se suprime y tiene un papel relevante el pueblo, la sociedad en general. Pero aquí el pueblo queda relegado al segundo plano y el Estado es el que prevalece”, puntualizó Bisbal.

Ventajismo sin freno

“Dependiendo de lo que pase con las elecciones legislativas del 26 de septiembre y el Gobierno logre una mayoría de diputados, se va a seguir la línea de coartar grados importantes de libertad de expresión”, expresó Marcelino Bisbal, uno de los riesgos que él considera podría materializar un parlamento de mayoría oficialista.

- ¿En las próximas elecciones legislativa cómo espera que el Consejo Nacional Electoral actúe para erradicar el ventajismo del Gobierno en los medios públicos?

- No me cabe la menor duda que ese ventajismo se va a seguir dando, además creo que el ventajismo va a ser mucho mayor porque evidentemente el Gobierno necesita una Asamblea Nacional que le apruebe todo lo que implica su proceso político. Ese ventajismo va a aumentar frente a oídos sordos y a ojos ciegos del CNE, que ya vemos desde ahora que su directiva está integrada por dos fichas del partido de gobierno, y también se ve el ventajismo con la decisión de las circunscripciones

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