domingo, 1 de agosto de 2010

A un año…

A un año…

Parece mentira, ha pasado un año. Un año desde que le callaron la voz a 34 emisoras de radio, desde que mil 400 personas se quedaron sin trabajo, desde que hablaron de la “democratización de la radio” sólo para entregarle el dial de CNB en Caracas a la Asamblea Nacional, porque del resto no ha pasado más nada, porque hasta ahora no hemos visto por parte del gobierno ningún proyecto encaminado a construir algo después de haberlo destruido.

Un año después, 34 emisoras siguen cerradas, RCTV fuera del aire y el canal de noticias Globovisión amenazado y cercado. Los que levantamos la voz desde el 31 de julio de 2009 para defender nuestros puestos de trabajo, el derecho a elegir y decidir qué escuchar y los principios básicos de una verdadera democracia y una sociedad libre; creemos que logramos con una lucha pacífica y creativa, evitar que se concretara el cierre de las 205 emisoras que, después de un año, no tenemos certeza de cuales son, así como tampoco sabemos qué pasará con todos esos diales que ya no suenan.

Pero han pasado tantas cosas durante un año, que el tema de las radios y los medios de comunicación son sólo un ínfima parte de la degradación progresiva que ha vivido nuestro país, pues los males que sufrimos como pueblo, es decir, el desempleo, la inflación, la escasez, la injusticia y la inseguridad, entre otras cosas, han aumentado considerablemente y a veces la situación parece un callejón sin salida.

El gobierno del Presidente Chávez está completamente cerrado a dialogar, los canales regulares de diálogo ya no existen y parece que dejar sin empleo a un buen número de familias venezolanas no es asunto que le importe mucho ni a él ni a su gabinete.

En numerosas oportunidades, hemos solicitado conversar con el Ministro Diosdado Cabello, para decirle que no cierre radios para poner otras en su lugar, sino que abra más canales donde quepamos todos para que la gente decida hacia donde quiere ir, qué quiere escuchar y qué quiere ver.

No hemos pretendido defender los derechos de ningún dueño de circuitos radiales, más bien, defendemos nuestra dignidad, porque nosotros también tenemos dignidad y queremos vivir en un país donde no tengamos miedo de que mañana nos quedemos sin empleo, de que mañana nos maten en la calle para robarnos, de que mañana no tengamos que comer.

Hacemos un llamado a organismos internacionales a voltear la mirada hacia nuestro país porque estamos viviendo una situación muy compleja donde no nos podemos limitar a hablar sólo del cierre de emisoras de radio, porque Venezuela nos duele desde todas sus esquinas y ya no queremos vivir en constante incertidumbre.

Nuestro compromiso sigue en pie. No se nos olvidará nunca cuando apagaron nuestros transmisores y en nombre de la justicia seguiremos luchando para evitar que se sigan cerrando espacios y medios de comunicación en nombre de una “democratización” que hasta ahora no existe.

SOMOS RADIO

SINDICATO NACIONAL DE TRABAJADORES DE LA PRENSA

COLEGIO NACIONAL DE PERIODISTAS

UN MUNDO SIN MORDAZA

RADIO BEMBA

01 de agosto de 2010.

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